

Como cada año, durante la noche de San Juan se celebrará en Alconchel la tradicional fiesta de 'Los Mastros'. Desde el 16 de junio ya se pueden ver expuestos en muchas calles, balcones y fachadas, algunos de los mastros que arderán en el fuego en la noche de este viernes, del 23 al 24 de junio, día de San Juan.
Ya está todo a punto en la avenida de Extremadura (frente a La Tahona), donde esta tarde se agruparán los mastros y se expondrán hasta la medianoche en que se les prenderá fuego. Numerosos vecinos y varias asociaciones de la localidad ya han dado a conocer el motivo de sus muñecos este año, en que no faltan personajes del pueblo, sobre acontecimientos locales de los últimos meses, o famosos. Todos ellos arderán en un ambiente festivo, pues también habrá una verbena popular aprovechando que es viernes.
Según las bases del concurso, el jurado se encargará de valorar objetivamente la originalidad y vistosidad de cada mastro, además de la complejidad de su elaboración, el empleo de materiales reciclables en su confección, el grado de sentido del humor y/o crítica social que contiene o representa, así como el tiempo de exposición pública en los días previos a esta noche, debiendo estar al menos dos días expuestos públicamente antes del 23 de junio.
Habrá tres únicos premios, independientemente de que los mastros concursantes se hayan elaborado en grupo o de forma individual. El primero será de 100 euros; el segundo de 50 y el tercero 25 euros. Los premios serán anunciados y entregados durante la verbena.
La tradición de los mastros, extendida con distintas denominaciones en otras localidades de la comarca de Olivenza, hunde sus raíces en la forma de ajusticiar a los herejes contrarios a la fe y la moral cristianas a partir de la creación de la Santa Inquisición a finales del siglo XV; según el investigador Fermín Mayorga, el origen de 'Los Mastros' en Alconchel (o 'Las Muñecas' en Olivenza, 'El Juan y La Juana' en Villanueva del Fresno o los 'San Juanes' o 'mastros' también en Cheles o Higuera de Vargas) está en los muñecos que se elaboraban para quemar simulando un auto de fe de los 'muertos en vida', es decir, perseguidos por el Santo Oficio de Llerena que se fugaban a Portugal.
La primera referencia documental que existe de esta práctica convertida en festividad sin tintes religiosos consta en el Libro de Acuerdos de 1701 a 1722 que obra en el archivo municipal de Alconchel: «En este año de 1714 el mastro se quemará en la plaza frente al Ayuntamiento».
Con el paso del tiempo fue adquiriendo un cariz más crítico y sarcástico con el panorama político y social del momento, sobre todo en la II República, en que se recordó durante mucho tiempo el mastro del rey Alfonso XIII con un letrero que decía «¿Te vas, Alfonso? – No, me echan».
Tras la Guerra Civil, y hasta la década de 1950, esta fiesta dejó de tener ese sentido crítico y pasó a celebrarse en el 'Llano de la Fragua' con una verbena popular organizada por la extinta Hermandad de San Juan, exhibiéndose unos muñecos de madera articulados, 'Los Bartolos', que elaboraba, entre otros, el vecino Manuel González Panduro. Estos muñecos no se quemaban y se reutilizaban cada año.
No fue hasta 1981 cuando a través de la Asociación Cultural 'Francisco Vera' el Ayuntamiento de Alconchel cuando se recuperó la tradición tal y como hoy se celebra, contando además con el patrocinio de la Diputación de Badajoz.
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