Si hay una extremeña que entiende más de vinos en España esa es María Julia Marín Expósito (Alconchel, 25 de noviembre de 1963). Verla cualquier día con una copa de vino nos recuerda inevitablemente fechas que están marcadas en rojo en el calendario de Alconchel, ... como la Feria del Espárrago y la Tagarnina, donde cada primavera ejerce de coordinadora enológica, y el propio Túnel del Vino, una de las actividades lúdicas más participativas de las Fiestas Locales y Patronales en honor a la Virgen de la Luz, Patrona de Alconchel y que se han celebrado hasta el pasado domingo, 20 de agosto.
Muy aplicada desde niña, recuerda con cariño a sus maestros en el colegio público 'Virgen de la Luz', como don Elías, don Paco o don José Texeira. Allí estudió hasta sexto de E.G.B., pues después se trasladó a residir a Badajoz con su tía Tina Marín Vera, sobrina carnal, a su vez, del insigne escritor y matemático alconchelero Francisco Vera Fernández de Córdoba (1988-1967). Así que su amor por la ciencia y lo académico lo lleva en la sangre.
En la capital pacense terminó de cursar la E.G.B. en el colegio 'El Progreso' y estudió B.U.P. y C.O.U. en el instituto 'Bárbara de Braganza', para después estudiar en el campus de Badajoz. Se licenció en Ciencias Biológicas por la Universidad de Extremadura (1981-1986) y posteriormente se doctoró en 1996, desarrollando desde entonces una amplia carrera académica y profesional: desde la Estación Enológica de Almendralejo hasta la propia Universidad de Extremadura, donde imparte clases desde octubre de 1999, pasando por la consejería de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura, FUNDECYT o el propio Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Guadiana.
Su pasión por el vino y la enología le llegó por casualidad. «Me formé como bióloga y me deformé como enóloga», resume Marín, quien se siente orgullosa de haber tenido como mentor al profesor José Luis Mesías Iglesias, que fue quien le introdujo en el mundo de la investigación científica en el campo de la enología en la propia Universidad de Extremadura, a la que defiende con ahínco y de la que se siente orgullosa por haberse formado en ella y donde ahora le toca insuflar sus conocimientos a las generaciones actuales.
Aunque no se siente pionera como alconchelera que ha logrado tantos éxitos académicos y profesionales, valora que sus padres fueron fundamentales para que ella y su hermano pudieran estudiar; cuando terminó su tesis doctoral entregó en el Ayuntamiento un ejemplar firmado y dedicado al pueblo de Alconchel, algo de lo que se siente orgullosa. Por eso invita a sus alumnos a que sigan formándose al máximo nivel para que ejemplos como el suyo no sean aislados.
Preside la Asociación Extremeña de Enólogos desde 2008 y ha recorrido muchos lugares impartiendo conferencias o participando como jurado en concursos de vinos. «Tenemos que creernos lo que somos y lo que valemos», defiende Marín Expósito cuando habla de los productos de la tierra, para lo que cree que hay que combatir los individualismos y agruparse para hacer Marca Extremadura e invertir en los productos y formar para ello al máximo a las nuevas generaciones.
Mari Juli Marín ha demostrado siempre una gran implicación y compromiso con el pueblo desde muy joven. Explica que los vinos de pitarra de Alconchel «tuvieron un reconocimiento a nivel extremeño al más alto nivel» y ha puesto empeño en que en los últimos años el vino sea el protagonista en eventos de la localidad como la Feria del Espárrago y la Tagarnina, con el maridaje de los productos elaborados, la velada eno-gastro-estelar y el Túnel del Vino que se celebra cada año en las fiestas de agosto con notable éxito de participación. Es por ello por lo que hace un llamamiento a los que son o se sienten de Alconchel para que apuesten por el pueblo.
De la propia Feria del Esparrago se siente orgullosa del enfoque que se le ha dado al evento, especialmente por el empuje que se le está dando también a los caldos extremeños. Por ello hace un alegato también de los comerciales y propietarios de bodegas que cada año contribuyen a realzar con sus vinos las fiestas de Alconchel y en las que Mari Juli Marín se implica hasta el punto de conseguir que le donen hasta 200 botellas que el público degusta en el Túnel del Vino y que sirven además para darlos a conocer.
Siempre con el nombre de Alconchel por bandera, fue cofundadora de la comparsa Stanmajaras, además de una de las colaboradoras más activas de la Hermandad de la Virgen de la Luz. Precisamente para ella la Virgen de la Luz «referente y fuente de protección», y por eso habla con tanto entusiasmo de todas las tradiciones que en torno a Ella se celebran en la localidad y la devoción con la que se viven.
La misma devoción con la que Mari Juli Marín habla de sus padres, de su hermano y sobrinos, y, por supuesto, de sus amigos, uno de los principales alicientes por los que siempre que puede se escapa a su casa del pueblo para disfrutar de lo mejor de Alconchel. Y si es con una copa de vino en la mano, mejor.
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