La alconchelera Jennifer González Pinilla, que el pasado año desapareció en Pamplona cuando su familia de Alconchel la esperaba tras haber concertado un viaje en tren, vuelve a estar en paradero desconocido desde que su hermano Manuel y su cuñada Pamela Limones Arias dieran la voz de alarma el pasado sábado, cuando llevaba horas sin aparecer por casa, tras anunciar que salía a tirar la basura y no volver más.
La noticia corrió como la pólvora por redes sociales entre el domingo y el lunes, en que su propia cuñada hizo público que no sabían nada de ella desde que saliera del hogar para tirar la basura y a dar una vuelta con lo puesto, pues ni se ha llevado equipaje ni teléfono móvil.
«Tuvimos que esperar a que transcurrieran más de 24 horas para poder interponer denuncia por su desaparición», explica su cuñada Pamela a HOY Alconchel, medio que el año pasado se hizo eco de su desaparición y que sirvió para que días después la alarma social provocada hiciera que el amigo en cuya casa se alojaba diera norte de su paradero.
Ya se sabe la historia de Pedro y el lobo, y en Alconchel al principio no se tomó muy en serio esta noticia, albergando la esperanza de que apareciera más tarde o más temprano. Pero lo cierto es que en esta ocasión no hay sospecha de dónde puede estar.
«Nos la trajimos a Vila-seca con nosotros para buscarle un porvenir, y de hecho llevaba trabajando dos semanas como reponedora en un conocido supermercado», cuenta su familia de esta chica de 19 años que no tiene motivo aparente para haber dejado su hogar voluntariamente. Según explican, la chica, de 19 años, tiene un 1,60 metro de estatura, es de complexión delgada, tiene el pelo tintado de naranja, ojos marrones, gafas graduadas y cuando desapareció iba con unas mallas negras y un top negro. Desapareció sin equipaje y sin teléfono móvil.
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Este martes, 30 de julio, su hermano y su cuñada han puesto la correspondiente denuncia ante las fuerzas y cuerpos de seguridad, para que la autoridad competente investigue y dé con su paradero. También han recurrido a conocidas asociaciones dedicadas a la búsqueda de personas desaparecidas como SOS Desaparecidos o la plataforma Adonay.
No sospechan siquiera dónde puede estar, máxime cuando sólo anunció que volvería después de dar una vuelta cuando fue a tirar la basura. Ni rastro de ella, sobre todo en una zona donde no tiene más conocidos que su familia y el entorno de su nuevo trabajo.
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En Alconchel, donde reside su padre y otro de sus hermanos (tiene otros dos en Olivenza), están muy preocupados, pues teniendo el antecedente del año pasado no se explican cómo ha podido desaparecer y no dar señale de vida.
La familia se encuentra bastante afectada y está pidiendo a través de las redes sociales colaboración ciudadana para que se dé cualquier pista sobre el paradero de la joven.
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