El Alconchel cae en casa frente al Obandina (1-5)

El pasado 19 de noviembre se disputó en el campo municipal de fútbol 'La Gavina' la octava jornada de la temporada en la que el equipo Absoluta del Alconchel recibió a la A.D. Obandina, de Puebla de Obando, un rival fuerte que ocupaba la segunda posición en la tabla clasificatoria.

Fue un encuentro especial, ya que pese a la amenaza de lluvia y el frío acudió mucha afición tanto local como visitante, ya que Alconchel y Puebla de Obando tiene un vínculo estrecho a través de los hermanos Ramallo Casquero, descendientes de la localidad. Precisamente Mariano Ramallo, aún con muchos vínculos familiares en Alconchel, llevaba días agorando este partido. «Estamos muy contentos de volver a Alconchel y ver a los nuestros jugar en 'La Gavina', ya que nos une nuestra pasión por el fútbol», explicaba a HOY Alconchel este aficionado obandino que además tiene hilo directo con los directivos de Club de Fútbol Alconchel, a quienes aconseja y cuenta cómo se organizan en Puebla de Obando.

El partido comenzó con los de Alconchel batiéndose el cobre, sabedores de que el visitante era un rival fuerte. La posesión del balón fue pareja durante prácticamente toda la primera parte y en el minuto 34 llegó el primer tanto del Alconchel de la mano de Marcos Méndez, recién incorporado a la plantilla en esta temporada. El gol fue muy celebrado, pues se albergaba la esperanza de poder obrar un milagro esa tarde, pero la alegría duró poco entre los locales, pues un minuto después encajó otro el Puebla de Obando, que seguido de otro tanto en el minuto 44 cerró la primera parte con un 1-2 en favor de los visitantes.

En la cantina Mariano Ramallo aseguraba que los del Obandina venían concienciados que el Alconchel se crecían en la tierra de 'La Gavina'. «Les hemos dicho que no es bueno confiarse», explicaba. Y tras el descanso demostraron ser superiores a la par que magnánimos, encajando tres goles más (minutos 48, 57 y 76) que sentenciaron un partido con un 1-5, en que el Alconchel hizo también un juego meritorio, pero sin ocasiones.