Se cumplen 25 años de la trágica riada que ocasionó cuantiosos daños en Alconchel

Según la Agencia Estatal de Meteorología de Extremadura, durante el fin de semana previo se batió récord de recogida de litros en numerosos puntos de la región, algo que sumado a otros elementos meteorológicos raramente coincidentes (hubo rachas de viento superiores a los 100 kilómetros por hora), harían que se provocara una ciclogénesis explosiva atlántica que afectaría a la península ibérica, la primera que se daba desde que hay estudios científicos, por lo que según los expertos tendrían que pasar 500 años para que se pudiera repetir una situación similar.

La ciclogénesis trajo consigo varios sistemas tormentosos, que fueron descargando durante varias horas en el mismo lugar de forma persistente y periódica al suroeste de la Península Ibérica. En la Base Aérea de Talavera se recogieron 119,1 litros y el récord estaba en 70.5, lo que representa un 169% más. Según Confederación Hidrográfica del Guadiana, el caudal de los arroyos Calamón y Rivillas osciló entre 450 y 500 m3/s, casi el triple del caudal máximo admisible por sus cauces de hormigón, que era de 180 m3/s. El agua llegó a alcanzar 4 metros por encima de estos arroyos. El máximo de agua recogida en una estación meteorológica aquel día fue precisamente en Alconchel, con 154 litros por metro cuadrado en 24 horas; en Valverde de Leganés habían caído 136 litros, 141 en Aldea del Cano, 142 en Guadalupe, 148 en la Nava de Santiago y 150 en Cheles, por ejemplo.

La madrugada del 5 al 6 de noviembre los vecinos de Alconchel estaban alerta, especialmente en las viviendas más cercanas a la rivera, que en crecidas de décadas anteriores llegaron incluso a ser anegadas. En la calle Libertad, por ejemplo, los vecinos estaban constantemente midiendo el avance del agua, que a primera hora de la noche ya había cubierto por completo la pista paralela a la rivera que comunica con el puente de la calle Las Flores.

En aquel tiempo en que las comunicaciones telefónicas eran más limitadas y no existían redes sociales, la mayor parte del pueblo se fue a dormir con la intranquilidad que provocaba tanta lluvia, pero sin imaginarse lo que en aquellas horas estaban viviendo en las viviendas más cercanas a la rivera… El puente de la calle Las Flores había sido un correo de gente que veía como, incluso, estaba sirviendo de dique para toda la maleza y sólidos que estaba arrastrando desde río arriba.

Ante la posibilidad de que el agua se adentrara en las casas, los vecinos de la calle Libertad, por ejemplo, estuvieron toda la noche en vilo y, con la tragedia que en esas horas se estaba dando en otras poblaciones como Badajoz (22 personas fallecidas) y Valverde de Leganés (3 fallecidos), allí se empezaron a concentrarse, entre otros, efectivos de la Guardia Civil.

Sobre las 2 de la madrugada comenzó a entrar agua en las primeras viviendas y algunos vecinos de la calle Libertad, por ejemplo, tuvieron que ser rescatados con sogas atadas en las rejas de las casas colindantes. Salieron de sus hogares con lo puesto y sin posibilidad de salvar enseres y pertenencias. Como se podría comprobar horas después, el agua anegó las viviendas por encima de los dos metros de altura, pero ya con las personas fuera de las casas.

Los mayores de entonces solo recordaban riadas en las que solo se habían inundado las dos últimas viviendas de ambas aceras de la calle Libertad, pero no con el alcance de la riada de 1997. Un total de 16 viviendas se vieron afectadas en esta ocasión, provocando que familias enteras tuvieran que salir esa noche en pijama por el riesgo de morir ahogados, como por desgracia ocurrió en Badajoz y Valverde de Leganés.

A la mañana siguiente Alconchel amaneció con el cielo aún nublado, pero ya sin llover. Las voces se fueron corriendo sobre lo acontecido durante la madrugada y todo el pueblo se acercó a los aledaños de la rivera para comprobar los daños producidos por la crecida.

Accesos por caminos públicos a fincas del término municipal permanecieron cortados y las piedras y árboles de las carreteras de Badajoz-Villanueva y Alconchel-Cheles hicieron que muchos trabajadores ese día no fueran a trabajar. Los centros escolares también suspendieron las clases.

Los aledaños de la rivera, además de estar con varias viviendas y cocheras inundadas en las calles Alameda, La Flores y Libertad, estaban completamente llenos de escombros, lodo, piedras y árboles; la Huerta de Marcelino Díaz también fue completamente anegada; y el conocido 'Puente Viejo', de origen bajomedieval, sufrió daños importantes. A los daños materiales causados en espacios públicos y viviendas también se sumaron las pérdidas de ganado en muchas fincas.

Varias familias afectadas, que se quedaron con sus hogares arruinados, fueron alojadas por el Ayuntamiento en el antiguo dispensario (hoy, guardería infantil) y otras fueron acogidas por familiares a partir de ese día, hasta que semanas después se realojaron en casas alquiladas.

Aquella mañana del 6 de noviembre vecinos y familiares de los afectados se afanaban en recuperar de las casas enseres y objetos personales. Los hogares colindantes sirvieron de improvisado centro de atención moral y psicológica de los afectados: abrazos de consuelo, tilas para calmar los estados de nerviosismo y desesperación de quienes habían perdido todo después de toda una vida de trabajo y sacrificio, entrega de ropa y mantas para quienes salieron de sus casas con lo puesto…

En los días siguientes el sentir solidario de un pueblo se activó enseguida para dotar de lo más imprescindible a las familias afectadas: preparando comida caliente, poniéndose a disposición para lavar la ropa recuperada y completamente embarrada que se había quedado en los roperos, tratando de recuperar enseres y objetos personales, etc.

En las semanas siguientes esta ola solidaria del pueblo continuó captando fondos económicos y alimentos para ayudar a las familias damnificadas, no solo de Alconchel, sino también de Badajoz y Valverde de Leganés. Ese año, incluso, el tradicional festival de Navidad organizado por el Colegio Público 'Virgen de la Luz' sirvió además para recaudar recursos con los que en esas fechas se obsequió con una cesta de alimentos a cada familia afectada.

Afortunadamente, en Alconchel no tuvieron que lamentarse pérdidas personales. Pero en el caso de la capital pacense, fallecieron 22 personas (el cadáver de una mujer nunca se pudo recuperar) y más de 1.200 familias se quedaron sin vivienda en la barriada del Cerro de Reyes, ocasionando daños por valor de más de 20.000 millones de pesetas. En el caso de Valverde de Leganés, fueron tres personas fallecidas.

Las administraciones públicas (Gobierno de España, Junta de Extremadura, Diputación de Badajoz y ayuntamientos) comenzaron a coordinar ayudas y soluciones para las familias afectadas, que en los primeros tiempos residieron en régimen de alquiler en otras viviendas, hasta que se construyeron viviendas sociales o se otorgaron otro tipo de ayudas para iniciar una nueva vida, que en estos 25 años no han evitado olvidar aquel trágico 5 de noviembre.

En Alconchel ya faltan muchas personas mayores directamente afectadas por la riada, que les cambió la vida por completo. En Badajoz y en Valverde de Leganés ha habido actos este fin de semana en recuerdo a las víctimas de la riada. Por eso Alconchel ha estado también presente con el grupo 'Voces al Alba', que han actuado el pasado sábado, 5 de noviembre, en los actos celebrados en el Nuevo Cerro de Reyes de Badajoz.